Siete de cada diez chicos y chicas de11 a17 años enla Argentinatienen computadora en su casa y forman parte de una red social. Lo que más valoran de acceder a Internet es la posibilidad de comunicarse con sus amigos, mucho más que la oportunidad de conocer gente nueva y ampliar sus relaciones. Casi siete de cada diez poseen teléfono móvil y lo usan principalmente para enviar y recibir mensajes, en segundo lugar para escuchar música y, en tercer lugar, para comunicarse con sus padres. En promedio, pasan tres horas por día –de lunes a viernes– mirando la tele, una cantidad de horas que se mantiene desde hace un par de décadas. Pero los consumos de las distintas pantallas se superponen. Los chicos y chicas ven hoy TV haciendo la tarea de la escuela (32 por ciento), o bien usan el celular (23 por ciento), la computadora (18 por ciento) o escuchan música (12 por ciento) y, en muchos casos, hacen todo esto a la vez. “Estas prácticas muestran como rasgo distintivo la multiplicación de las pantallas en la vida cotidiana de los chicos”, destacó el ministro de Educación, Alberto Sileoni (ver aparte). Del estudio surge claramente que la televisión es un medio que utilizan para entretenerse antes que para informarse o interesarse por los temas periodísticos. La mayoría (59 por ciento) piensa que en cinco años va a estar mejor –las mujeres son un poco más optimistas que los varones– y el 54 por ciento dice que le gustaría votar.

Los datos forman parte de los resultados de una amplia encuesta realizada por la consultora Knack en las principales ciudades del país para el Ministerio de Educación dela Nación–con el apoyo de Telecom– para conocer los consumos y prácticas culturales, valores, usos de tecnologías y la relación entre los adolescentes y sus familias en relación con las TICs, y sus expectativas, entre otras temáticas.

Uno de los equipamientos culturales que hoy sigue mostrando gran disparidad entre los sectores de mayores ingresos comparados con los de más bajos ingresos es la computadora hogareña. Si bien el 70 por ciento de los entrevistados dice tener al menos una computadora en su casa, cuando se mira esa cifra segúnel nivelsocio-económico (NSE) se puede ver que en los sectores altos llega al 96 por ciento de posesión, mientras que en los más bajos apenas un 25 por ciento tiene computadoras en el hogar. “Lo mismo podemos decir cuando vemos el dato sobre la conectividad de la escuela a la que accede cada chico: en términos globales, cuando se les pregunta a los adolescentes si su escuela tiene conexión a Internet, el 57 por ciento dice que sí, pero si lo miramos por NSE, entre los más pobres sólo el 32 por ciento responde que tiene conexión. Esto no significa que los chicos más pobres no tengan contacto con Internet –lo que supone, entre otras cosas, estar incluidos en las redes sociales y los vínculos digitales que hoy mantienen los jóvenes–, ya que los locutorios o cibercafés siguen siendo importantes. Pero debemos pensar que esta encuesta se realizó justamente en el momento del lanzamiento del programa Conectar Igualdad (que se ha complementado con muchos programas provinciales) y que esos programas justamente apuntan a equipar a los jóvenes y docentes de las escuelas públicas bajo un criterio de equidad en el acceso”, señaló Quevedo. Para esos jóvenes, “acceder a una netbook personal y de uso también hogareño no sólo implica un impacto individual, sino que también es muy significativo lo que implica el ingreso de la máquina al hogar”, agregó el experto.

En relación con el celular, el 66 por ciento manifestó tener un aparato. El acceso a un teléfono móvil crece con la edad: entre los chicos y chicas de11 a12 años, tiene celular el 49 por ciento entre los de 13 y 14 años, el 67 por ciento, y entre los de 15 y 17 años, el 85 por ciento. Lo usan principalmente para enviar y recibir mensajes (70 por ciento), para escuchar música (50 por ciento), para comunicarse con sus padres (llamarlos o que los llamen), 49 por ciento; que puedan llamarlos o para hablar con sus amigos y arreglar salidas (41 por ciento).