A las 19:30 del Domingo, se podían ver caras de plena satisfacción egresando de la estructura metálica dispuesta en el centro del Parque Patricios para desarrollar las diferentes puestas que propuso y propone el Teatro San Martín a lo largo de estas dos semanas.
Mas de 560 personas disfrutaron de la obra Jetattore, con ratos de hilaridad, diversión e intriga.
¡Jetattore! es una obra teatral escrita por el dramaturgo argentino Gregorio de Laferrère (1867 – 1913), que fue estrenada el 30 de mayo de 1904 por la compañía Podestá. A lo largo de los años fue representada por diversos elencos en numerosas oportunidades, tanto en teatro como en televisión, y en 1938 se realizó una película del mismo nombre basada en la obra y dirigida por Luis Bayón Herrera.
Desde su juventud Laferrère cultivó las letras en el género de la novela; pero como no lo hacía públicamente, la aparición de su primera obra fue una sorpresa en el ambiente de la aristocracia porteña al que pertenecía. Se trataba de ¡Jettatore! una comedia en tres actos que, según el mismo autor, la escribió por humorada y sin imaginarse que alguna vez sería representada. Un día, también por broma, se la leyó a un amigo quien le instó a enviarla al teatro de la Comedia donde actuaba la compañía deJerónimo Podestá, lo que hizo sin revelar que era el autor. La obra fue rechazada por «irrepresentable» pero meses más tarde otro amigo, Mariano de Vedia, la hizo llegar nuevamente y esta vez fue aceptada y estrenada por la compañía Podestá.
La función de estreno fue un acontecimiento social que tuvo en un palco al presidente de la Nación, general Julio Argentino Roca y además contó con un público que no era asiduo concurrente a las funciones de compañías nacionales.
¡Jettatore! fue caracterizado por el crítico e investigador Luis Ordaz como un vodevil con tema ingenuo pero desarrollado con mano diestra y desbordante de humor satírico aunque sin caer nunca en lo burdamente caricaturesco. Es la caricatura de la superstición que atribuye a ciertos individuos una funesta influencia magnética («jettare» en italiano — «jeter» en francés — significa lanzar y en el contexto: «lanzar rayos o efluvios nefastos», de allí viene la palabra lunfarda yeta -es decir: mala suerte-); superstición muy difundida entonces en Buenos Aires, especialmente en los clubes. El autor había leído un cuento análogo de Théophile Gautier, que es citado en la segunda escena de la obra por un protagonista, pero «Laferrère ha tomado casi todos los elementos pintorescos de la realidad de nuestro ambiente. Don Lucas, protagonista inocente de cien tragedias, es el personaje central, ligado a la obra por una tenue fábula de amor, y rodeado por numerosas personas de su amistad, en quienes se realizan episodios casuales o fatales que crean en torno de Don Lucas una atmósfera de hilaridad o de terror».