La estatua es una réplica de la que está frente a su casa, en Holanda. Fue colocada en Puerto Madero.

Foto: Blog 2p
Ubicada en la plazoleta Reina de Holanda a la altura del Dique 3, La escultura que la recuerda es una niña que mira hacia adelante.
La estatua original se encuentra en el barrio de Merwedeplein, en Amsterdam, donde la familia Frank vivió entre los 4 y los 13 años de Ana, quien había nacido en Alemania. La niña fue a la Escuela Montessori hasta que las leyes dictadas por el nazismo la obligaron a estudiar en una escuela para judíos. El tributo -promovido por el Centro Ana Frank Argentina, que dirige Héctor Shalom, junto con la Embajada de Holanda y el ministerio de Cultura porteño- se suma a la Casa Museo de Ana Frank, en el barrio de Coghlan, que es una de las dos únicas fuera de los Países Bajos. La otra está en Berlín. La escultora Schepp y el rabino Awraham Soetendorp que es sobreviviente del Holocausto y conoció a Otto Frank, padre de Ana, llegaron de Holanda para el homenaje.