El Ministerio de Espacio Publico de La Ciudad Buenos Aires sale a la captura de las palomas que invaden la ciudad, pues luego de una breve desaparición regresaron.

Se dijo que las habían espantado con halcones; que habían sido envenenadas; que las habían capturado y luego liberado en predios bonaerenses, lejos del cemento de la Capital, o simplemente que habían emigrado. Pero la única certeza es que volvieron. Por eso, el gobierno de la ciudad informó que darán comienzo a un plan para atraparlas en grandes jaulones, con comida, que estarán situados en 20 pulmones de manzana de algunos edificios.

 

También se utilizarán redes para capturarlas en parques de la zona, como las plazas Francia y Mitre, entre otras. Para más adelante está pensada una segunda etapa en la que se soltará a las palomas en puntos de la ciudad donde no sean motivo de quejas.

Así, el gobierno porteño busca mitigar las molestias que ocasionan estas aves, que además transmiten enfermedades como la histoplasmosis y salmonelosis, entre otras. Para este programa, la inversión inicial de la Ciudad es de unos 400.000 pesos en concepto de la compra de 20 jaulas, dos redes para plazas, los honorarios de diez empleados y el costo de traslado de las palomas.

Diego Santilli, ministro de Ambiente y Espacio Público, advirtió que este método no representa una solución definitiva del problema, ya que las palomas suelen retornar a sus lugares de origen y se reproducen con gran velocidad. «No las vamos a erradicar totalmente, pero de a poco ofreceremos una solución para los lugares más comprometidos», comentó.