¿Vamos al museo?

Dentro de ese regreso a algo parecido a la normalidad, hoy podemos sumar a nuestros planes una vista al Museo Moderno.

Este espacio ya reabrió sus puertas bajo estricto protocolo para que podamos volver a recorrer sus muestras realizando la reserva de entradas. Las reservas son intransferibles y se pueden realizar en grupos de hasta 4 personas. Al llegar nos tomarán la temperatura, siendo obligatorio usar durante todo el recorrido, un tababocas cubriendo bien la zona de nariz y boca. Remarcan la capacidad de las salas para respetar la distancia correspondiente y el uso de escaleras para dejar exclusividad del ascensor a quienes lo requieran.

La novedad es un servicio de cafetería y librería al aire libre, de todos modos nos recuerda también tener acceso a pagos electrónicos para evitar el uso de billetes.

Teniendo todos estos cuidados el Museo Moderno nos invita a ver la muestra de Diana Aisenberg: MÍSTICA ROBÓTICA EN LA ECONOMÍA DE CRISTAL.

«Diana realizó dos obras específicamente concebidas para los espacios de circulación del museo. Zaguán y besos es una gran instalación que asoma desde la puerta de ingreso, en la planta baja. Una forma parecida a un portal recibe a los visitantes y transforma la frontera física entre el adentro y el afuera del museo. Este zaguán filtra la luz que ingresa desde el patio y la transforma en colores cálidos. También suena el roce de los hilos cuando el viento los mueve: una vibración aguda, una llamada para los cuerpos. La segunda intervención, Totema, en el primer piso del museo, es una entidad de cuatro ojos, una presencia monumental que se alza entre las salas. Con ecos de deidad, vestida de gala, libera corrientes de fuerza viva.»

Pero no es la única muestra vigente en el museo, también podremos recorrer: