El 2025 de Boca Juniors ya entró en la historia, pero por una cuestión negativa porque después de la derrota por 1-0 ante Huracán, como visitante, llegó a once partidos sin victorias, algo que no había sucedido en los 120 años de historia de uno de los clubes más grandes del país.

Es decir, de este ciclo histórico siete partidos fueron del ciclo de Miguel Ángel Russo y los cuatro restantes de la conducción de Fernando Gago.

Del otro lado, la alegría fue total porque Huracán le volvió a ganar a Boca en el Palacio Ducó después de más de 30 años y el último subcampeón consiguió su primera victoria en el Clausura tras las derrotas ante Belgrano y Estudiantes.

El golazo de Matko Miljevic a los 20 minutos del segundo tiempo fue determinante para la merecida victoria del “Globo” contra Boca, que cuando se esperaba una reacción después de la eliminación en Copa Argentina ante Atlético Tucumán fue otra vez un equipo sin alma.

Boca terminó el partido sin tiros directos al arco y no le alcanza con la presencia de un campeón del mundo en vigencia como Leandro Paredes, quien debutó por Liga Profesional fuera de la Bombonera, para enderezar el rumbo futbolístico.

El equipo de Miguel Ángel Russo dejó otra vez una pálida imagen durante la primera etapa ya que fue superado por el dueño de casa y estuvo muy lejos del arco rival. 

De hecho, una muestra de las dificultades del equipo de Russo fue que única vez que pisó el área rival fue con un intento de chilena de Belmonte que se fue muy desviada.

Leandro Paredes intentó ser el eje del mediocampo al lado de Milton Delgado, pero nunca se pudo encontrar con un errático Alan Velasco ni con un desconectado Cavani y tampoco con el voluntarioso aunque poco claro Merentiel.

Fue tal el desconcierto de Boca en la primera parte que se extendió hasta el inicio de la parte final porque salieron los mismos 11 jugadores cuando el cuerpo técnico ya había decidido el ingreso de Milton Giménez.

Después de unos segundos de confusión, se levantó el cartel del cuarto árbitro con el 16 del uruguayo que se fue rápidamente a los vestuarios visiblemente molesto por la situación.

Huracán jugó mucho mejor en el primer tiempo y tuvo las ocasiones más claras para romper el cero con un cabezazo de Nehuén Paz, otra salvada increíble de Marchesín y un mano a mano de Tissera sobre el primer tiempo. Sin embargo, el dueño de casa volvió a pecar de la ineficacia que arrastra desde el final del torneo en el que fue subcampeón.

En la segunda etapa, Boca tuvo una leve mejoría con Paredes por el centro más Delgado y Belmonte como internos y le disputó más la posesión al “Globo” aunque eso solo duró el primer cuarto de hora.

A los 16, el “Colo” Gil tuvo el gol con un remate que encontró bien ubicado a Marchesín, quien poco a poco se iba convirtiendo en figura del partido.

Sin embargo, a los 20 minutos cambió todo, cuando Matko Miljevic, el talentoso de Huracán y una de las figuras del fútbol argentino, frotó la lámpara y sacó un derechazo bárbaro que se metió cerca del ángulo superior derecho de Marchesín.

El golazo de 10 del “Globo” impuso algo de justicia en el resultado y significó un masazo para los jugadores Xeneizes que cayeron a un pozo anímico y futbolístico del que no pudieron salir. Incluso, si no fuese por la poca efectividad del equipo de Kudelka y la buena actuación, Boca se pudo haber ido goleado del Palacio Ducó.

Día histórico para Boca por la racha negativa y también para Huracán que volvió a festejar ante el Xeneize después de más de 30 años habiendo sido el último triunfo el 9 de octubre de 1994 por el torneo Apertura por 3-1.