El gobierno porteño elevará hoy a la Legislatura de la ciudad un proyecto de ley para expropiar el edificio de la tradicional Confitería del Molino, frente al Congreso Nacional, y llamar a concurso para su puesta en valor y recuperación mediante una concesión.

Sobre los usos que podrá darse al inmueble,voceros del Ministerio de Desarrollo Urbano porteño señalaron que, en principio, sólo se exigirá reabrir una confitería con la misma denominación en la planta baja y deberá discutirse con la oposición el destino que se dará a los otros pisos del edificio.

Un gran atractivo de Buenos Aires, que espera su puesta en valor

La totalidad del edificio ya cuenta con la catalogación de protección estructural y, además, la confitería fue declarada monumento histórico nacional, buena parte de su estructura y sus instalaciones originales deberán ser respetadas, lo que impedirá daños al valor arquitectónico del edificio, situado en Callao y Rivadavia.

El proyecto de expropiación -que, según fuentes parlamentarias, ingresará hoy en la Legislatura- tiene amplias posibilidades de ser aprobado, a diferencia de varias iniciativas anteriores en el mismo sentido que había presentado la oposición, que no prosperaron.

La llegada a la Legislatura del proyecto oficial permitirá mantener vigente la posibilidad de avanzar con la recuperación de la Confitería del Molino, que permanece cerrada y en estado de abandono desde hace catorce años.

Al valor arquitectónico se sumó la importancia institucional que cobró la confitería. Por estar estratégicamente ubicada frente al Congreso Nacional, sirvió como anexo de reuniones para representantes de todas las fuerzas políticas.

En el Parlamento nacional también hubo intentos de recuperarlo. Tanto en la Cámara baja como en el Senado legisladores oficialistas y opositores impulsaron iniciativas para expropiar el centenario inmueble y recuperarlo. Pero el trámite nunca concluyó.

Organizaciones vecinales que defienden el patrimonio urbano se reunirán hoy, a las 12, frente a la Confitería del Molino (Rivadavia y Callao) para pedir la prórroga de la ley 2548, que protege de cualquier intento de demolición a los edificios anteriores a 1941. Si no se prorroga, la protección dejará de regir el 31 de este mes. Se preveía que, para esa fecha, el Poder Ejecutivo habría relevado todas las propiedades involucradas para saber cuáles merecían seguir protegidas y cuáles no, pero no lo hizo..