El ex presidente, que privatizó YPF en 1992, abrió la polémica al anunciar que apoyaría su estatización. Pero no se mostró en la sesión, donde fue citado y reclamado por la oposición. Para distraer, su despacho permaneció con la luz prendida.

Menem esta semana, para justificar su decisión de apoyar la estatización de YPF, promovida por el Gobierno.

Finalmente no se hizo ver en la sesión, donde desde temprano todos esperan su presencia para hacerle llegar su descontento, como él mismo advirtió, pero sin embargo no se mostró. No es la primera vez que hace estos desplantes a la hora de emitir su voto en el Congreso.

LPO comprobó que el despacho de Menem, situado en la planta baja del Senado, permaneció gran parte del día con la luz prendida, pero sin embargo nadie atendía los llamados.

De las críticas más duras que recibió se destacó la de Eugenio “Nito” Artaza, el radical correntino que dijo haber “vivido de Menem” mucho tiempo, una ironía en recuerdo de las imitaciones que hizo de él en los noventa.

Los radicales, que votana favor en general, no se cansaron de responsabilizar a Menem por la venta de la petrolera que ahora quieren estatizar. La mayoría todavía lo está esperando para hacérselo saber.